lunes, 27 de julio de 2015

!Aló !

Hablar por teléfono parece que es tan contagioso como el bostezo o la risa.

  En la mañana del sábado el vagón viene cargado de amanecidos y hediondos a rumba, una situación muy particular que hace que el viaje en metro sea distinto al de los otros días.  El vagón no va muy lleno y es mucho más fácil  escuchar conversaciones.  
 Arranca   el tren y suena un teléfono, en el segundo repique un hombre que no podía ver desde mi puesto gritó. "Aló!! ¿Quién es? mamá guebo apareciste ¿Qué día es hoy? ... Cómo que no sabes coño e' tu madre. Es sábado y me tienes que pagar, tienes toda la semana guabiniando y hasta hoy me llegó la paciencia”… 

 Acto seguido a todo el mundo le dio por hablar por teléfono. 

Al oír la conversación  es fácil imaginar una historia, está clarita, pero en otras de las que se desencadenaron durante el viaje no puede descubrir nada, como en esta.  

"¿Qué pasó marico?... No vale una bolsa nada más... No marico eso es mucho y después me pongo popular… dale pues… Si va, pero con una botalla.... sí se hace guebón, la rendimos... Sí va... Sí va... Fino" 

Nadie tiene reparo en decir palabrotas, no importa si hay niños o ancianas, la gente habla por teléfono como si estuviera en su casa. 

“¡Alooó!  … Marica yo llegué a mi casa como a las 6... Si ya salí otra vez.... Si vale la pasamos fino.... Con Royel… sí y con Crismal. Ella sí bailó que jode... No vale yo estaba pendiente de la sopa... Royel quería comel, pero en lo que vio el ron se olvidó del mondongo”

No me cuesta mucho seguir dos conversaciones a la  vez así que esto fue lo que escuché en paralelo. 

“Hola mi vida... Nena me has llamado 12 veces... Claro que me ladilla un pelo, pero si te lo digo quien se aguanta el peo.... Claro amor yo te amo.... Coño sabes que puedes llamar cuando quieras…. Mami dormimos juntos… ¿Crees que soy tan perro que me voy a ir con otra? No vale... Mami voy en el metro para la casa... Bueno amor piensa en lo quieras... Coño la verdad que eres  inconforme... Pana ¿tú me estás hablando en serio?.... Ok vale, yo me llego pero como a las 2”...

Esta conversación,  es la que un macho domesticado tendría con una celosa cualquiera, así que pudo haber pasado desapercibida pero lo que más llamó mi atención es que él nunca le soltó la mano a una muchacha que le acompañaba y lo peor fue el beso que le dio en los labios después de colgar. 

 En mitad del asombro escucho  el tono de Nokia,  repica dos veces  y el tercero es interrumpido. 

“¿Alooooó?  Sí, soy quien habla…  eso cuesta treinta mil… para dos personas… la adicional son doce…  sí bueno es grande pero no para que duerman tres… sí, tiene aire…  ortopédico…  sí muy cerca…  y tiene estacionamiento… bueno si el niño tiene menos de tres años  no paga… no señor eso es una posada familiar, no es para hacer bochinche…  de nada…  también tengo otros planes,  si gusta llama”...

“Aló, voy en el metro…. Espérame ahí que ya estoy cerca… coño si has esperado dos horas no te cuesta nada esperar quince minutos… aló….”

“No vale, no seas pendeja no te lo cales más…”

“Yo le dije a mi mamá”

 Mi cerebro entra en crisis, es demasiada información para procesar, este vagón viene cargado de historias, conscientemente decido no escuchar más y me atrevo a sacar mi teléfono,  siento  un poco de miedo, se de muchas historias de robos, pero creo que voy en territorio seguro, sino los otros pasajeros no estarían hablando.

En serio estoy considerando comprar un reproductor de MP3 y unos audífonos,  no quiero volverme loco  con tanto cuento.

“Aló, negra…. Montantes las caraotas… yo compré el queso y lo plátanos…

“Mami, llegando activa”…. “No vale yo no tengo real “…. “Bueno  pero tenemos patria”…

“Yo no me retrato en grupo pendejo”… “A mí no me gustan esas cosas”…  “mámelo en cruz”…


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