lunes, 6 de julio de 2015

Estrenos y Estrellas.

 A muchos  de los que  viajan en el metro, se les olvido que no van solos, es un espacio muy reducido es necesario tener conciencia del lugar que ocupa tú cuerpo. Si no terminas encaramado en lomo del alguien.  Las recostadas de tostón están a la orden del día, y las de lolas también, no crean que la recostadera, es exclusivamente masculina.  A estos hombres y mujeres yo decidí llamarlos los expansivos.
Hoy una chica 42- B parada junto al asiento donde viajaba,  le dio por hacerme sentir sus atributos, recostó sus melones en mi hombro con el mayor de los descaros, traté de ser comprensivo, imagino que no es nada fácil cargar con todo ese peso, pero la situación se tronaba incomoda, sobre todo con el bamboleo del tren,  así que  subí la mirada para decirle que no me estaba gustando  y la descarada me disparó una sonrisa de nueve milímetros, lo que ella no sabía es que para matarme se necesitan balas de plata.
Bajé la cara con indiferencia y regresé a la lectura, fue difícil retomar el hilo porque la mujer comenzó disparar balas de rabia. Acudió al lugar común “si no te gusta vete en taxi”  una frase nada democrática que anula mí derecho y el de cualquiera a viajar en paz y sin ningún peso extra. Así pasó varias estaciones, cargada de ira, guarde silencio, hace poco descubrí que la mejor batalla es la que no se lleva a cabo. 
No sé en qué estación se bajó, un tipo que viajaba a mi lado, me miro compasivo y dijo: “Ante ese tipo de mujeres yo me siento indefenso, que bueno que no le dijo nada, estoy seguro que si le decía algo le lanzaba un coñazo” . Conversamos un par de estaciones y traté de explicarle mi teoría a cerca de los expansivos, creo que a él no le interesaba mucho porque regreso a las páginas de una revista dominical, cual será mi sorpresa cuando veo que lo que leía era el artículo que semana a semana le publican a Pablo Coelho, entonces entendí que era inútil continuar la conversación.
De fondo sonaba, una versión de una canción de Camilo Sexto “Necesito morir, necesito morir, peor contigo…. Yo necesito saber, si quieres ser mi amante”. Para tratar de olvidar el peso de las 42-B, me puse a tararear y recordar los grandes días de Sábado Sensacional, la lista de estrellas que brillaron en su escenario y las bailantas del Paseo Los Próceres.
 Pero eso no fue suficiente, lo que en realidad me tenía molesto era el tipo que traía al lado, no sólo por lo que leía, sino porque descubrí que él también era un expansivo, traía las piernas abiertas y yo sentado como Albani Lozada, ocupaba su puesto y la mitad del mío, yo andaba en modalidad Bonaire una nalga en el asiento y la otra en aire, recordé que era cagado y como sentí que no corría  peligro me envalentoné, lo miré y  dije: Sabes por qué no te intereso lo que decía, me miró con cara de qué te pasa, y disparé. Es que tú eres tan expansivo como la chica que se bajó ¡es más vale! Cierra las piernas que yo también tengo dos testículos bien grande y no ando molestando a nadie.

Esta vez fue a mí a quien miraron con desprecio, él tampoco quería pelea, así que terminaos el viaje como  en el sección Estrenos y Estrellas del noticiero, yo era Albani  y él Tatia Irazar. 

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