viernes, 10 de julio de 2015

La venganza de Pablo Coelho.

 Estoy seguro, que la persona que selecciona la música del metro, odia a todo el mundo. Si es una mujer es más mala que Ivonne Attas y si es un hombre es tan malo como Henry Galue en su personaje de Julián Zerpa  en El sol sale para todos.   Esta persona debe disfrutar pensando en  el malestar que va generar con su música en los usuarios, a veces creo que es el mismísimo Pablo Coelho vengándose o mí. 
 La música en el tren debería ser para tranquilizar, no para joder, el volumen nunca es adecuado: hay días en que está tan alto que no puedes escuchar ni tus pensamientos, aunque no tengo problema porque mis recuerdos no hablan, gritan.
 No sé qué es peor, si Camilo Sesto o  Richard Clayderman , este último me hace recordar a nuestra  primera Miss Internacional Nina Cicilia, tocando el piano en una edición del Miss Venezuela, mientras las muchachas desfilaban con los traje de Guy Meliet y  Giorga Reyes. También me hace recordar la voz de Carmen Victoria  describiendo los trajes, regias columnas de gazar de seda, cascadas de cristales de Swarovski, polizón de Shantú a modo rosas que se desprenden de un ramillete primaveral, kilos y kilos de lentejuelas boreales, vestidos cortados al  bies y millones de canutillo.
 Por cierto eso me hace pensar que la persona que escribe esos textos debe ser  la misma quien redacta el menú   en  los restaurantes caraqueños. 
 Sobre una regia cama de lechuga cortada al bies, el plato nos luce un regio trozo de lomo de credo, acompañado con cristales de ají dulce y perlas de alcaparra.  ! No me jodas!
   Pero regresemos a la música que es  el tema que nos ocupa. No sé si es que cada media hora se repite,  pero casi todo los días me encuentro con  Barry Manilow y su Copacabana, ¡Coño me acorde de los Miss Venezuela otra vez! En el 86  Fedra López recién salidita de la filas de la rumba flamenca de su señor padre Juan Carlos (Sí, era su padre, no se la estaba tirando como todos pensamos) bailaba merengue con Herminia Martínez con una mangas igualitas a las de Barry.  Yo he pensado mandarme a hacer unas mangas de esas  y sacarlas del morral ponérmelas para bailar  por todo el vagón, en serio lo estoy pensando, eso puede ser divertido.
 La música del metro es un horror. Desde hace unos días el loop de los trenes está compuesto por melodías que creo son interpretadas por artistas del altiplano, el instrumento que más destaca es la Zampoña, ese instrumento suena como si soplaras botellas y que después de 5 estaciones lo sientes hasta en el alma y digo alma  por no decir culo y dos veces al día no está fácil.


Por favor Pablito cámbiame la musiquita, te prometo que no me vuelvo a meter contigo hasta el mes de agosto.  

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