martes, 28 de julio de 2015

Amor Brujo

Al entrar al vagón pude reconocer la melodía del Amor Brujo de Manuel de Falla. El tren estaba vacío, me ofrecía la dignidad de elegir donde sentarme, como la mayoría de las veces elegí  la ventana.
 A mi lado se sentó un mujer hermosa, la primero que me impresiono de ella fue su olor, un poco fuerte pero agradable, una mezcla de sándalo y frutas cítricas. Su cabello negro y abundante, me hizo recordar a Yajaira Vera,  Miss Venezuela 1988. Médico de profesión que terminó narrando noticias en el observador de RCTV.  No me resistí y volví la cara para verla bien, me encontré con sus bellos ojos verdes, muy parecidos a los de Neyla Moronta  Miss Venezuela 1974, modelo de Tropicana y famosa por tardar 15 años en graduarse de odontóloga. Entonces pensé que en este país hay reinas de belleza por todas partes. Ni siquiera hice el intento de sacar el libro, supe desde el primer momento que Neyla Yajaira tenía mucho para darme hoy.
La uñas largas como las de Lila, pintadas con motivos florares y multicolores a juego con la blusa, toda una gitana en apariencia, del  bolso colgaba un pañuelo y en las muñecas las pulseras sonaban como campanas.
¿Qué me ves? Preguntó amable. Envalentonado y seguro respondí, a usted que es muy hermosa. Sonreímos y comenzamos a quejarnos de los retrasos del tren, terminó el amor brujo y Rocío Durcal comenzó con el lamento del puerto de Vallarta y la tristeza de sus ojos.
Neyla Yajaira, comenzó a tararear e interrumpiendo la estrofa  me mira y dice, es que me recuerda a mis muertos,  le comento que me pasa lo mismo, la canción sigue su triste curso y ella se voltea para decirme. “A ti te cuidan tus muertos”, un escalofrío me recorrió la espalda y ella prosigue,  una mujer y dos hombres,  siempre están contigo, se encargan de que nada te borre la sonrisa, ellos espantan a la gente que quiere hacerte daño.
Sonreí de nuevo  y  ella regresó a la canción, en  la estación Mamera me preguntó cuál era mi signo, géminis le dije y peló los ojos. Hizo un análisis de mi personalidad que duró hasta la estación Capuchinos, no todo lo que dijo era cierto, pero pegó algunas cosas,  confieso que me hizo sentir bien, según ella mi futuro promete. 
En la estación Teatros me preguntó el signo chino, Rata le dije y entonces sacó un tarjeta del bolso, si te interesa saber más llámame, yo trabajo aquí en el centro y ya voy llegando. Me gustaría conversar más contigo, yo creo que tú eres más brujo que yo y soltó una risotada.

Se bajó en la estación Nuevo Circo y el señor que ocupó su puesto, me dice coño pana cómo hiciste para levantarte a ese mujerón, lo miré y le respondí, son cosas del destino. 

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